martes, 17 de julio de 2012

Razón y Acción Comunicativas

1. Dos mensajes

Cuando comencé a escribir este blog tenía en mente aprovecharlo como recurso para acercarme a muchos amigos de distintas épocas, un poco con la idea de Juan Carlos Onetti sobre la escritura ("Escribir es un acto de amor"), que es un poco la misma que expresara hace ya más de treinta años García Márquez ("Escribo para que mis amigos me quieran más").

Pero el cariño, el aprecio o el respeto tienden a ser insuficientes cuando simplemente se declaran. Lo sabemos bien todos, porque cuando más allá de las declaraciones que los expresan no hay gestos o acciones que certifiquen su validez uno termina por acomodarse a las rutinas de los saludos, los abrazos, las buenas maneras, las meras apariencias.

Reproduzco aquí dos mensajes de correos electrónicos. El primero, de Gustavo Ignacio de Roux, mi amigo desde el primer saludo en Tumaco, en 1985, con ocasión de una visita que hizo al puerto nariñense para trabajar en un taller con funcionarios y promotores sociales de Plan Internacional. Conversamos, rumbeamos en casa de María Isabel Duque y Franklin García, trabajamos de nuevo el día siguiente, y quedamos en que cuando yo regresara a Cali lo buscaría para ver si había alguna actividad en la que pudiéramos coincidir.

El año siguiente, ya en Cali, volví a encontrarlo mientras trabajaba con Alvaro Pedrosa en un proyecto que daría origen a la Fundación HablaScribe, de la cual Gustavo fue socio fundador con Alvaro y otros dos amigos. Cuando viajó a Brasil, en 1988, Gustavo nos dejó su casa para que la utilizáramos como sede provisional de la Fundación, mientras se hacían unas adecuaciones en la casita que tuvimos en comodato en el Barrio Bretaña.

El segundo mensaje es mi comentario al correo de Gustavo.

Bueno, pero dejemos que los mensajes hablen, y volveremos más adelante, en la segunda parte de esta entrada, al asunto que me motiva a escribir esta nota.


MENSAJE No. 1:

¿ESTAREMOS CONDENADOS?

Hace pocos días recibí por internet un mensaje que hacía referencia a un escrito de Ayn Rand en su libro La Rebelión del Atlas (1950). Quien puso a circular el mensaje se inspiraba en dicho escrito para proponer caminos para transformar el Congreso quitándoles privilegios a los congresistas. En el texto citado, Ayn Rand señala que “cuando en una sociedad para producir se necesita obtener autorización de quienes producen nada; cuando el dinero fluye hacia quienes trafican con favores; cuando muchos se hacen ricos a través del soborno y de las influencias y no por su trabajo, y las leyes no  protejan contra ellos sino que son ellos los que están protegidos; cuando la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en auto-sacrificio, entonces se puede afirmar sin temor a equivocarse que esa sociedad está condenada”.

Colombia tiene muchas cosas positivas y está plagada de ejemplos de prácticas que van en contravía de la corrupción y la incivilidad, pero no es menos cierto que las palabras de Ayn Rand nos obligan a preguntarnos si no estaremos condenados como sociedad. ¿Acaso no es cierto que la inmensa mayoría de los políticos solo ven en los recursos públicos un botín para saquear? ¿Acaso no es cierto que los cuerpos colegiados, llámense concejos municipales, asambleas departamentales o congreso nacional, son antros en donde la mayoría de sus miembros negocian maneras de atracar lo público para su beneficio personal? ¿Acaso no es cierto que la corrupción es parte del paisaje nacional? ¿Acaso opera la justica y se satisface el derecho a vivir en paz? ¿Acaso hay garantía de acceso, para la mayor parte de la población, a salud y educación de calidad, a vivienda digna y a ingreso decoroso, esas “pequeñas utopías” como las llamó Darcy Ribeiro?


Desde luego habrá muchos caminos para lograr que esta sociedad, aparentemente condenada, sea viable. Pero sin lugar a dudas, uno ineludible tendrá que ser la censura recia, decidida y sin tregua a los partidos políticos que prohíjan la corrupción, a los cuerpos colegiados que la cultivan y a los políticos que la practican. Y tendrá que ser con todo tipo de censuras: moral, electoral, jurídica y social. Porque no habrá opción alguna de ser posibles como sociedad mientras los recursos que son de todos y que no deben tener otra finalidad que la de propiciar el Bien Común, sigan siendo encauzados hacia los bolsillos de concejales, diputados, congresistas y funcionarios públicos venales y deshonestos. Al fin de cuentas son ellos quienes, elegidos para propiciar el desarrollo y la construcción de bienestar, se encargan con la corrupción precisamente de bloquearlos.

Gustavo I. de Roux


MENSAJE No. 2:

Mi apreciado Gustavo:

Tu escrito acerca de la condena que pesa sobre este país ha sido ampliamente difundido por diversos círculos de amigos. De hecho, me llegó en varios correos, y sé que ha suscitado comentarios, aunque me temo que en la mayoría de los casos pesimistas.

Comparto la visión, e inclusive creo que uno a veces se queda corto en la exposición y en el análisis sobre las tragedias que nos imponen los de siempre. Pero en lo que a mí respecta trato siempre de cultivar algo de esperanza (que, lo he dicho en muchas ocasiones, es lo último... que se gana). La esperanza, pienso, está en la seriedad con la que hago mi trabajo como docente, y puedo afirmar que de alguna manera llego a "tocar" a algunos jóvenes que se quieren formar como comunicadores; y escribo un blog en el que no sólo hago denuncias y presento mis propias versiones o análisis con respecto a nuestras realidades sino que intento dejar la idea de que todos podemos pensar y actuar para transformar los pequeños espacios en los que nos toca estar.


He soñado con una red en la que se trabaje sobre la base de la solidaridad. La he propuesto a amigos ambientalistas, ofreciendo mi conocimiento y mi experiencia para el diseño de proyectos, o aportando información, y planteando que si cada quien ofrece lo que tiene a otros entonces se pueden fortalecer iniciativas de muchos y todos ganan. Mi primera experiencia como internauta, hace más de quince años, se dio en respuesta a la inquietud de una chica venezolana que leyó un comentario que dejé en una web sobre Cortázar: cuando ella leyó mi nota decidió que yo podría ser un apoyo para su trabajo de grado (justamente sobre el querido cronopio) y eso hizo que mantuviéramos contacto durante casi seis meses, hasta que terminó su trabajo y se graduó.

La Internet sirve para lo que uno la use. Lo grave es que la mayoría de la gente hace lo que los negocios de la red propone. Pero mi blog me ha mostrado que hay lectores críticos, que hay gente con ganas de actuar con otros y de transformar algunas realidades, que hay la posibilidad de mover opiniones e inclusive de crear cierto tipo de movimientos.


Lo que quiero decir es que si uno decide proponer algo diferente es posible que se mueva mucha gente, sin necesidad de pensar en organizaciones formales, partidos, etc. Opiniones sin exclusión, debates abiertos, formas de expresión que se aparten de los radicalismos, los sectarismos y todos los demás "ismos" que aíslan y niegan la posibilidad de actuar en dominios en los que tenemos cercanías con otros. Seguramente una propuesta de este tipo inmediatamente contará con entusiastas dibujantes, diseñadores, músicos, cuentistas, corresponsales, y mil más etcéteras importantes.

¿Le jalamos? Yo aportaré lo que pueda, y seguramente hay más de un cómplice esperando que alguien lance una iniciativa como ésta.


Va mi abrazo,


Luis Jaime Ariza T.


2. Una propuesta


Gustavo respondió a mi correo con la aceptación de la idea que planteo en mi comentario. Suficiente para creer que es posible trabajar en la dirección que señalo, sobre todo porque uno va sintiendo que los colombianos estamos "condenados" a reaccionar creativamente si no queremos la otra condena, la de la resignación y la queja permanente. 

La propuesta, entonces, es que quien desee trabajar por la creación y el mantenimiento de un espacio abierto, creativo, de intercambios productivos, de debates sustentados, de solidaridades activas, de expresiones ciertas de apoyo a quienes animan proyectos de hermandad, de construcción de conocimientos, de investigación y de reflexión sobre las realidades del país, de búsquedas por la transformación democrática de Colombia, de diálogos razonados que destierren toda suerte de sectarismo, de ideación, de encuentro en acciones que acerquen tantos sueños aplazados, y quienes quieran enriquecer ese espacio con sus aportes, comiencen a expresarlo desde ya.

Este blog será un primer punto de apoyo para la propuesta, pero todo el que quiera puede proponer sus propios espacios, porque se trata de construir un proyecto sin centros (o con muchísmos centros, los de cada participante), sin dirigentes (o con la dirigencia y diligencia de todos), sin estructuras ni burocracias de partido o de movimiento formal. La idea es aprovechar todos los recursos que hay en internet (aún las llamadas redes sociales, que podremos convertir en redes de acción).

Habrá diseñadores y "disoñadores" (como diría el buen León Octavio), y entonces podremos crear algún otro espacio, y habrá quienes ofrezcan servicios y apoyos a quienes desarrollen proyectos en múltiples campos. La idea motriz es la acción social solidaria.

Como soñador, tengo muchas otras ideas en mente, pero por ahora espero ver qué reacción suscita esta notica.

Adjunto mi dirección de correo para recibir comentarios. Responderé todos los que lleguen y escribiré la siguiente semana sobre cómo va el asunto.


lujarte@yahoo.com

2 comentarios:

  1. Buenos días, Luis. Llegué a este blog porque vi el enlace publicado en el muro de la periodista y escritora Olga Behar. También soy docente de Comunicación social en una Corporación de educación superior de Bogotá. Tengo una estrategia que me ha servido muchísimo para que los estudiantes adquieran sentido crítico. Antes de empezar la clase acordamos que hablaríamos acerca de la noticia o tema que más les llamara la atención. Entonces entre todos compartimos nuestras reflexiones. Un abrazo y quedamos en contacto. En mi perfil encuentras mi blog. El mago de tu corazón.

    Carlos Eduardo

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  2. Me gustaría saber si las reflexiones con los estudiantes tocan alguno de los temas que he planteado (hace unas semanas escribí sobre el plagio, y antes escribí sobre la importancia de la escritura en la formación de todo tipo de profesionales, tema que poco se aborda en los debates sobre la calidad de la educación). Gracias por comentar.

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