miércoles, 19 de diciembre de 2012

El mundo que queremos dejar atrás...
Mensaje de Navidad (nacimientos) en la víspera del fin de un mundo


Habrá día de Navidad, obviamente. A los sabios Mayas jamás se les habría ocurrido profetizar al estilo de los malos profetas. Sencillamente, se les ocurrió que si el Universo, cualquiera que sea la idea que tengamos sobre él, opera mediante ciclos, tiene mucho sentido que los humanos no nos quedemos en una mirada  unidimensional de lo que entendemos como vida, como realidad, como posibilidad.

Descubrir que habrá un alineamiento planetario el 21 de diciembre de 2012 debió inspirarlos. Del lado nuestro, tan civilizado y tan moderno, se han tejido mil historias y nos hemos encerrado en formas de pensamiento estrechas: nos encantan las dicotomías y a veces no somos capaces de aceptar que hay puntos medios o terceras opciones, nos tranquiliza la linealidad y por eso desechamos la globalidad de muchos aspectos de las circunstancias que nos tocan, o resultamos poco merecedores de captarla. Entronizamos un tipo de racionalidad que apunta a aquello que los poderosos, o los ricos, o aquellos a quienes reconocemos una autoridad en términos del conocimiento nos han dicho que vale la pena: el poder, la riqueza, un conocimiento que se valora por su volumen y no por su calidad, y la fama, y el éxito...

Occidente se elevó sobre la naturaleza y sobre el resto de la humanidad en alas de la eficacia y la eficiencia, enseñas de la economía que parió el Capitalismo. Desde los años 60s del siglo pasado se gestó un movimiento subterráneo, alimentado sobre todo por mentes jóvenes (no hablo de edades, sólo de perspectivas), el mismo que abrió paso a una nueva mirada sobre el planeta, el que abrió caminos a nuevas sonoridades musicales, el que alentó a desconfiar del capitalismo salvaje y a combatirlo en mil escenarios, el que denunció toda guerra como una estupidez y un crimen compartido por los contendientes, el que pensó que la vida puede ser de crecimiento en espiral y no de estancamientos o de linealidades o de círculos viciosos...


Lo que los Mayas plantearon es, seguramente, que hay momentos en que vale la pena hacer un alto y mirarnos hacia adentro, y que no sólo hay que hacer propósitos de cambio en los entornos personales sino atreverse a cuestionar los vientos por los que nos dejamos llevar en conjunto. Nada nuevo, pero todo diferente: lo comprendieron y lo expresaron Marx y Nietzsche, y Russell y Einstein, y van Gogh y Picasso, y Nicolás Guillén y Neruda, y Camus y Cortázar, y Holderlin:


A las parcas (Friedrich Hölderlin) 
Dadme un estío más, oh poderosas,
y un otoño, que avive mis canciones,
y así, mi corazón, del dulce juego
saciado, morirá gustosamente.
El alma, que en el mundo vuestra ley
divina no gozó, pene en el Orco;
mas si la gracia que ambiciono logra
mi corazón, si vives, poesía,
¡sé bien venido, mundo de las sombras!
Feliz estoy, así no me acompañen
los sones de mi lira, pues por fin
como los dioses vivo, y más no anhelo.
Versión de Otto de Greiff

Y no hablaban de muerte, aunque sí acaso de la destrucción de todo aquello que niega un ideal de humanidad que se pueda compartir en todos los rincones del planeta. La verdad, todos hablaron de vida, como habla de la vida todo aquél que hace bien su trabajo, que se regocija con lo simple pero comprende la complejidad, que percibe que el infinito comprende lo enorme y lo minúsculo (un científico navega por los mares del mundo recogiendo muestras de aguas y del fondo marino, y descubre mil trescientos micro-organismos que no sabíamos que existían; y otros nos hacen ver que la astrofísica y la física de partículas no están tan lejos una de otra; y algún humano solidario se descubre en otro a quien le aporta un camino).

Hay un mundo que debemos acabar, y quizás el poder ver el centro de la galaxia que contiene nuestro minúsculo sistema solar permita que comprendamos la afirmación de Einstein de que "el Universo no tiene ni fines ni principios", y que podamos entonces dar sentido a lo que somos y hacemos, sentimos y pensamos.

Indalo renace desde los tiempos sin historia de la humanidad.



Felices nacimientos para todos, feliz celebración de la muerte para el mundo que nos niega.